Es tradicional en la burguesia occidental que las formas primen sobre los contenidos, es el llamado protocolo social, que parece ser algo nimio por aparecer en pocos escritos políticos, pero que si se analiza en profundidad, puede resultar una eficaz herramienta de censura y control por parte del poder establecido.
Todos los actos oficiales y en especial los considerados de gran importancia, por tratar sobre temas que afectan a las relaciones entre estados, se encuentran sobrecargados de códigos y normas de comportamiento, cuyo fin principal es el de mantener a raya el transcurso de la sesión, para que no tenga mas trascendencia que las fotos de grupo y la monotonía de los discursos.
Sobre las críticas al presidente Chávez que se han dado de forma unánime en todos los medios de comunicación masivos en españa, (desde los debates con apariencia de rigor, como el dado en Antena 3 totalmente equilibrado y controlado por la propia cadena, 6 antichavistas vs 2 chavistas, hasta los chismorreos y escaramuzas emitidos en programas de tinte rosa dónde el contenido intelectual brilla por su ausencia) se puede sacar un sospechoso denominador común, que si sometieramos a análisis estadístico con un programa tipo SPSS, nos daría una correlación altísima: todas las críticas se basan en la forma en la que chávez realiza sus discursos y en lo inadecuado de sus palabras para la ocasión.
Si comenzamos a analizar lo segundo cabe preguntarse ¿cuando es adecuado hablar sobre la grave explotación que sufre latinoamerica por parte de las empresas multinacionales y por parte de los gobiernos neoliberales que se entrometen en la política de sus estados, financiando verdaderos golpes de estado como el ocurrido en Venezuela en el 2002, con apoyo de los gobiernos de España y EEUU ? porque en la agenda no existe ninguna convención ni fecha señalada para esta clase de denuncias. Por otra parte, no nos sorpende que no existan convenciones para tratar estos temas, porque la única utilidad de estos actos radica en defender los intereses corporativos y en presionar sobre los Gobiernos de America Latina para que liberalizen sus economías.
Por todo ello, si quieres ser un presidente aceptado por los gobiernos liberales y la prensa internacional debes jugar el papel que te ha sido asignado, comportarte según las normas que ellos mismos dictan.
Sin embargo, la prensa alaba a Zapatero, por mantenerse siempre dentro de un discurso protocolario, es decir las formas son muy correctas pero del contenido ni rastro, de hecho el discurso que tuvo en la cumbre Iberoamericana es de una ambigüedad total, defendió que él no era partidario de la doctrina neoliberal, pero condenó una mayor nacionalización de las economías, es el discurso que los intereses corporativos (y la prensa) quieren oir, un discurso de formas muy correctas pero vacío totalmente de contenido.
En cambio, los discursos de Chávez están repletos de bromas, utiliza expresiones con doble sentido, de carácter sensual y llamando a las cosas por su nombre; contrasta con la clase de político al que estamos acostumbrados a ver en España, alejado totalmente del habla popular, con un lenguaje sobrecargado de palabras y una gran capacidad para adornar el discurso sin haber dicho prácticamente nada.
Nos parece escandaloso, no estamos en España acostumbrados a que un presidente sintonize con la forma de hablar de sus ciudadanos y ponga en su voz lo que a todos les gustaría decir pero no pueden porque no se les escucha.
Aunque también es posible la otra opción, es decir, que se trate solo de un choque de códigos linguísticos entre Españoles y Venezolanos, de todas formas y aunque se tratara solamente de esto, creo que el respeto hacia la diferencia del otro es esencial siempre que realmente quieras establecer un verdadero diálogo.
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