miércoles, 31 de octubre de 2007

Entrevista al intelectual estadounidense Noam Chomsky

"América Latina es el hogar de los movimientos populares más significativos del mundo"

Fernando Bossi Correos para la Emancipación

Chomsky abarca distintos temas relacionados con el papel de EE.UU. en Nuestra América, su hegemonía y asimismo, da su opinión sobre el futuro de los pueblos que hoy luchan por su verdadera independencia.

Noam Chomsky, nuestro entrevistado para Correos para la Emancipación, nació en 1928 en Filadelfia, Pensilvania, EE.UU. En la Universidad de Pensilvania estudió filosofía y lingüística, donde se doctoró en 1955. Es doctor honoris causa de más de 30 universidades, entre ellas, las de Londres, Chicago, Georgetown, Buenos Aires, Columbia, Pisa, Harvard y Nacional de Colombia.

Su actividad como militante de la izquierda intelectual es reconocida internacionalmente. Durante la guerra de Vietnam se destacó como firme opositor a la misma, lo que fue el inicio de su trascendente postura crítica contra el sistema gubernamental estadounidense.

En su trabajo académico e intelectual se adentra en los terrenos de la lingüística, la comunicación, la política, la economía y la sociología. Su obra, la mar de prolífera, comprende más de treinta libros donde expone tanto su teoría lingüística (es reconocido como el padre de la gramática generativa transformacional) como su crítica al sistema, además de cientos de artículos de análisis político en los cuales analiza los mecanismos de censura y las debilidades del sistema democrático en el campo de la comunicación.

En nuestra entrevista con el director de Correos para la Emancipación, Fernando Bossi, Chomsky abarca distintos temas relacionados con el papel de Estados Unidos en Nuestra América, su hegemonía y asimismo, da su opinión sobre el futuro de los pueblos que hoy luchan por su verdadera independencia.

Fernando Bossi: La opinión pública mundial es un campo de batalla donde muchas veces, y en los últimos años principalmente, las políticas imperialistas de los Estados Unidos han sufrido severas derrotas. El caso de la invasión a Irak es un ejemplo. Ahora, ¿qué otros casos usted podría mencionar? y ¿cómo analiza usted el hecho que si bien la opinión pública internacional se manifestó adversa a la invasión estadounidense a Irak, ésta no pudo evitarla?

Noam Chomsky: La administración Bush ha sido sorprendente en su capacidad para antagonizar la opinión mundial, asunto tras asunto. Como muestran las encuestas internacionales habituales, el miedo y a menudo el odio hacia Estados Unidos se ha elevado paulatinamente durante los años de Bush, a alturas notables -aunque las encuestas más cuidadosas revelan que el miedo y el odio son dirigidos contra la política, no hacia la población o la sociedad-. Los casos más allá de Irak pueden ser seleccionados casi al azar. Tomemos Líbano, donde «hace un año las proporciones que vieron a Estados Unidos favorablemente (40 %) e infavorablemente (41 %) estaban casi niveladas» (Encuesta Gallup). Hacia septiembre-octubre de este año, Gallup encontró que «el doble de los libaneses está ahora inclinado a expresar probablemente una opinión negativa total contra Estados Unidos (59 %) como uno positivo (28 %). Casi la mitad de los libaneses (47 %) va tan allá como para decir que ellos tienen una ‘muy desfavorable’ opinión de Estados Unidos». La razón, desde luego, fue el ataque salvaje de verano que destruyó la mayor parte de Líbano una vez más, y que los libaneses, correctamente, lo consideran como una invasión Estados Unidos-Israelí.

La administración también ha tenido éxito en antagonizar la opinión de la élite en su propia casa. La crítica dentro de la corriente principal de la élite ha sido de una dureza sin precedentes. En los círculos más
respetados dentro de la erudicción estadounidense y de análisis político, Bush ha sido condenado por seguir el curso del fascismo japonés (Arthur Schlesinger) y conducir al mundo hacia «el juicio final» o hasta «el pronto Apocalipsis» (John Steinbrunner, Robert McNamara). Un comentarista distinguido, que escribe en el diario más moderado y respetable del país, acusa a los asesores jurídicos de Bush por «la articulación, de parte de la administración Bush, de una visión de la autoridad presidencial que está del todo muy cercana al poder que Schmitt estaba dispuesto a conceder a su propio Führer», refiriéndose a «Carl Schmitt, el principal filósofo alemán en jurisprudencia durante el período Nazi y la verdadera eminencia gris de la administración» (Sanford Levinson, en el diario de la Academia Americana de Artes y Ciencias). Y es fácil seguir. Palabras como estas son escuchadas rara vez en el corazón del Establishment.


La oposición global por la invasión de Irak fue aplastante. En Europa, el apoyo llegó escasamente hasta el 10 %. Esta era también la primera vez en siglos de Imperialismo Occidental que una guerra fue protestada masivamente- en Estados Unidos también - antes de que hasta oficialmente fuera iniciada (aunque descubrimos de documentos británicos escapados a la luz pública, que estaba ya en camino, contrario a las mentiras piadosas de Blair y Bush). Si las protestas hubieran sido sostenidas, es dudoso que Washington pudiera haber procedido. Pero las protestas no continuaron, al menos en un nivel suficientemente visible y enérgico. El poder centralizado sistemáticamente desatiende la opinión pública cuando se incurre en poco coste. Es muy fácil de ilustrar, a través de la historia. Sólo para revisar algunos ejemplos actuales, 2/3 de los americanos favorecen las relaciones diplomáticas con Cuba, números que han sido bastante estables ya que la encuesta comenzó hace 30 años (Gallup). La organización principal que supervisa actitudes públicas sobre asuntos internacionales encontró en noviembre que «una gran mayoría (75 %) prefiere tratar ‘de construir mejores relaciones’ con Irán, antes que ‘presionarlo con amenazas implícitas como que Estados Unidos puede usar la fuerza militar contra ellos’ (22 %)» (Programa sobre Actitudes Internacionales de Política). Tales resultados, que son usuales, tienen poco efecto sobre la política a no ser que las opiniones sean manifestadas en una manera que genere costes para el poderoso. En gran parte de las sociedades despolitizadas, en las cuales el pueblo siente que no puede desempeñar ningún papel serio en asuntos políticos, los centros de poder tienden a concluir que pueden actuar como prefieran.

Fernando Bossi: ¿La actual hegemonía estadounidense a nivel planetario, será reemplazada por otra de características similares o existen posibilidades de avanzar hacia un mundo multipolar?

Noam Chomsky: Por ahora, la hegemonía americana descansa sobre bases inseguras. Al final de Segunda Guerra Mundial, los hechos fueron diferentes. Estados Unidos tenía literalmente la riqueza de la mitad del mundo y seguridad y poder incomparables. Los líderes políticos estaban bien conscientes de esto, y desarrollaron proyectos sofisticados para controlar la mayor parte del mundo bajo sus intereses – lo que significó, esencialmente, los intereses de grupos dominantes nacionales, principalmente el sector corporativo, para entonces moviéndose a su etapa multinacional. Como explicó más tarde el Departamento de Comercio de Reagan, el Plan Marshall «preparó el escenario para la inversión privada directa de grandes cantidades en Europa desde Estados Unidos», trazando el trabajo preliminar para las Corporaciones Transnacionales que cada vez más dominan la economía mundial. Esto era «la expresión económica» del «marco político» establecido por los planificadores de la posguerra, mientras «el negocio americano prosperó y se amplió bajo instrucciones de ultramar... abastecido al principio por los dólares del Plan Marshall» y protegido «de acontecimientos negativos» por «la sombrilla del poder americano» (Business Week, 1975).


Pero esa «edad de oro» de la intervención de Estado en la economía internacional fue desafiada según las economías industriales se recuperaron del desastre del tiempo de guerra, y la descolonización cambió el carácter del control global. Por los años 70, la participación de Estados Unidos en la riqueza global había declinado cerca de 25% — aproximadamente su nivel en la preguerra — y la economía internacional era «tripolar», con tres regiones aproximadamente comparables: Norteamérica, Europa, Asia, con Japón como base. En aquel tiempo las reglas neoliberales fueron impuestas donde fue posible, conduciendo sistemáticamente al desastre económico donde las reglas fueron seguidas (notablemente América Latina) mientras el crecimiento muy rápido ocurrió donde no hicieron caso de ellas (notablemente Asia Oriental). India y China están retornando lentamente a un papel importante en el mundo, aunque es poco probable que logren algo como su estado mundial antes de las conquistas europeas, cuando ambos países fueron los centros comerciales e industriales del mundo. Estados Unidos se mantiene como la economía más rica del mundo, con ventajas sin par, pero ya no reina en supremacía.

El bienestar a largo plazo de la economía también ha enfrentado serios embates por la administración Bush, que un desconcertado observador marciano pudiera concluir se dedica a perjudicar a la población de Estados Unidos tan seriamente como sea posible - aparte de los muy ricos, que están prosperando con enorme empuje. Para citar solamente un ejemplo actual, los interventores de la Oficina de la Responsabilidad del Gobierno acaban de divulgar que las responsabilidades totales y las comisiones flotantes del gobierno se elevaron a cerca de $50 trillones, por encima de $20 trillones cuando Bush tomó posesión del cargo. Es uno de los muchos severos legados dejados a las futuras generaciones.

En una dimensión, Estados Unidos reina soberano: Poder militar. Sus gastos militares son aproximadamente iguales a aquellos del resto del mundo combinado, y tecnológicamente es más avanzado, y ahora moviéndose adelante para militarizar el espacio con la oposición casi unánime en las Naciones Unidas, además de analistas estratégicos, que advierten que estos pasos aumentan considerablemente la amenaza «del juicio final».

Sin embargo, la capacidad para controlar por la violencia ha estado disminuyendo. Irak es un ejemplo. Si Estados Unidos falla en mantener el control de Irak, el asimiento de parte de Estados Unidos de los principales recursos de energía del mundo podría ser amenazado, un golpe contundente a los principios fundamentales de la política global. América Latina es otro ejemplo, en este caso uno de profunda preocupación para Estados Unidos no sólo por lo material, sino también por motivos ideológicos. Si Estados Unidos no pudiera controlar a América Latina, el Consejo Nacional de Seguridad determinó hace años que, no podría esperar «alcanzar un dominio exitoso en otra parte del mundo».

No hay ninguna perspectiva plausible de surgimiento de otro poder hegemónico, y hay al menos aperturas para la posibilidad que los pueblos del mundo sean capaces de tomar un control mucho más significativo de su propio destino.

Fernando Bossi: «Otro mundo es posible», es la consigna del Foro Social Mundial. ¿Cómo usted se imagina ese otro mundo posible y sobre qué ejes se podría construir?

Noam Chomsky: A través de la historia ha sido cierto que «otro mundo es posible», y la posibilidad ha sido llevada a cabo consecuentemente, al menos en parte. Es por eso que no vivimos conforme a las reglas de reyes o señores feudales, o toleramos la esclavitud y otras prácticas inhumanas, y por qué hubo, con el tiempo, éxitos sustanciales en la extensión de la justicia y la libertad. Voces de privilegiados han proclamado periódicamente «un final de la historia» en una utopía de los amos, y siempre han probado ser incorrectas. No hay ninguna razón de por qué este largo proceso histórico debiera llegar a un final. Constantemente hay nuevos desafíos, pero gracias a las luchas de nuestros precursores, éstos pueden ser enfrentados a un nivel más elevado que antes. ¿Cómo? Si hubiera alguna fórmula mágica, alguien seguramente nos habría dicho sobre ella. Los únicos caminos conocidos son aquellos que han sido usados en el pasado, a menudo con bastante eficacia. De manera consistente, la libertad y la justicia no han sido regalos concedidos desde arriba, sino más bien derechos ganados desde abajo, por la lucha popular y el compromiso, tomando muchas formas diferentes, como el cambio de las circunstancias y de objetivos, sin una fórmula fija.


Incluso, aunque muy a menudo no haya sido claramente articulado, podemos, pienso, discernir que un principio fundamental que ha motivado a los participantes en estas luchas es que la autoridad y dominación y la jerarquía no se «autojustifican». Llevan una carga pesada de prueba. Deben demostrar que son legítimos, y si fallan en hacerlo, que es generalmente el caso, deberían ser desmantelados, como se ha hecho en el pasado. Hay un largo camino por andar en esta búsqueda de una existencia humana digna, y la oportunidad amplia de llevarla hacia adelante.

Fernando Bossi: La agresiva política exterior de los Estados Unidos se sostiene también sobre un apoyo significativo de su propia ciudadanía ¿es correcta esta afirmación?, de ser así ¿es posible en estos momentos revertir esa tendencia? ¿Qué rol ocupará en un futuro, según su criterio, el bloque Latinoamericano Caribeño de Naciones? ¿Qué valor estratégico le otorga a la unidad de países de América Latina y el Caribe? ¿Se concretará en el siglo XXI el sueño de Simón Bolívar?

Noam Chomsky: El término «tolerancia» es generalmente más exacto que «apoyo». Ha habido épocas de verdadero apoyo a la política extranjera: por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial. Pero el apoyo es generalmente tibio, y tiene que ser despertado espantando a la población con las imágenes de demonios alrededor para destruirnos, alcanzando a veces proporciones que serían cómicas si los efectos no fueran tan trágicos. Por ejemplo, en 1985, cuando Reagan, temblando en sus botas de vaquero, declaró una Emergencia Nacional en el miedo por las hordas nicaragüenses que estaban solamente a dos días de viaje de Harlingen, Texas. Es bastante usual para el público oponerse a la política exterior, como en los casos que mencioné: Cuba e Irán. Y hay muchos otros. El abismo entre la opinión pública y la política pública es muy grande. Ambos partidos políticos están muy a la derecha de la población sobre una multitud de cuestiones primordiales, una razón de porqué las elecciones tienen que ser controladas de tal modo para evitar discusiones y enfocar en imágenes e ilusión. Las elecciones son controladas por las mismas instituciones que venden el dentífrico y automóviles con anuncios de TV, y mercadean a los candidatos de igual modo. Uno no espera aprender sobre una materia de un anuncio de TV, bien sea que lo que se esté mercadeado fuese un dentífrico o un candidato.

Hay poca duda que la tolerancia o el apoyo basado en el miedo fabricado pueden ser invertidos, como ha sucedido en el pasado. Pero tales acontecimientos no ocurren por sí solos. Requieren la acción concertada, y la solidaridad internacional - que, afortunadamente, en años recientes se ha elevado por entero a nuevos niveles, un desarrollo muy prometedor, simbolizado por los movimientos de solidaridad, los foros sociales, y mucho más.

Volviendo a América Latina, Centroamérica al menos temporalmente ha sido sometida por el terror Reaganita. México siempre ha sido sumamente volátil. En 1990, un Taller de Desarrollo de Estrategia de la América Latina en el Pentágono 1990 encontró que las relaciones estadounidenses con México eran «extraordinariamente positivas», aunque los participantes expresaran preocupaciones tales como que «una apertura democrática» en México podría poner a prueba la relación especial al llevar a la dirección un gobierno más interesado en «desafiar a Estados Unidos en los argumentos económicos y nacionalistas». Un objetivo primario del Tratado de Libre Comercio (NAFTA) era «encerrar a México» dentro de las reformas neoliberales de los años 1980, que tenían sus consecuencias habituales, de modo que incluso si una temida «apertura democrática» ocurriera, los esfuerzos populares para «desafiar a Estados Unidos sobre razones económicas y nacionalistas» serían impedidos según las obligaciones del tratado, y según las disposiciones económicas y sociales que NAFTA institucionalizaría. Pero aquella contienda está lejos de terminar.


Desde Venezuela a Argentina, América Latina ha estado sacudiéndose el control, y por primera vez desde las conquistas españolas está moviéndose hacia adelante en lo que podría ser la exitosa integración, un requisito previo para la independencia significativa. Ambos de los instrumentos tradicionales de predominio han estado perdiendo su eficacia: violencia y control económico. Y América Latina comienza a llegar a acuerdos en algunos de sus terribles problemas internos. Los siglos de predominio imperial dejaron las sociedades que en gran parte fueron separadas una de la otra, pero también bruscamente escindidas internamente, con una pequeña élite rica, típicamente blanca, orientados hacia el Oeste antes que a la región y con poco interés por la población nacional.

Los contrastes con el Asia Oriental en varias décadas pasadas son instructivos. América Latina es mucho más rica en recursos, pero se ha quedado muy atrás. Más bien generalmente, a partir de los años 1980 América Latina ha sido un estudiante fiel de las máximas neoliberales, y la vasta mayoría ha sufrido; Asia Oriental en gran parte no hizo caso de ellas, y se desarrolló. América Latina lidera al mundo en la desigualdad; Asia Oriental ha sido relativamente igualitaria. América Latina estaba más abierta a la inversión libre extranjera y a la importación de objetos de lujo para el rico, lo que algunos analistas han llamado «el encanto del extranjero». En Asia Oriental la inversión fue dirigida por la política nacional, que también insistió en la transferencia de tecnología, y las importaciones fueron enfocadas en bienes de capital para el desarrollo. El desarrollo económico latinoamericano permanece en gran parte concentrado en la exportación de bienes primarios, mientras Asia Oriental ha planificado su subida en la escala del desarrollo con la manufactura y avanzó en la tecnología en mucho mayor grado. Por estos y otros motivos el modelo de desarrollo ha sido drásticamente diferente.

Pero las cosas están cambiando. América Latina es el hogar de los movimientos populares más significativos del mundo. Hay un despertar de las poblaciones indígenas. Éstas son fuerzas poderosas para la democratización, justicia social, e independencia y progreso económicos. Por estos y muchos otros medios, Sudamérica se ha convertido en la región más apasionante del mundo. En parte como una consecuencia de su larga lucha contra la dominación extranjera, América Latina, en el pasado, ha conducido al mundo en el progreso hacia la justicia social y derechos humanos. El Nuevo Trato de Roosevelt estuvo inspirado en parte por la jurisprudencia latinoamericana liberal y la rebelión contra la autoridad impuesta. La Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas es un punto significativo de referencia para el progreso, lejos todavía de alcance, pero no menos relevante en articular y en guiar las aspiraciones. Su enfoque sobre derechos sociales, económicos y culturales debe mucho a iniciativas latinoamericanas en la formulación de la Declaración. Las palabras pueden adquirir un significado más rico por las nuevas fuerzas sociales que están emergiendo. Los pasos hacia la integración están vacilantes, pero son prometedores: dos ejemplos, sólo hace pocas semanas, la Conferencia de Líderes Sudamericanos en Cochabamba y los pasos adelantados hacia un Parlamento Mercosur en Brasilia un poco después.

Los asuntos humanos son notablemente difíciles de predecir — por una razón, porque los resultados dependen fuertemente de la voluntad y la elección. Podemos mirar esto como un pronóstico optimista.



lunes, 29 de octubre de 2007

Biocombustibles: El Caballo de Troya del Capitalismo

Maya Rivera Mazorco y Sergio Arispe Barrientos (Rebelión)

En la Odisea de Homero versan las aventuras guerreras entre Troya y Grecia, dos ciudades que estuvieron enfrentadas durante 10 años, al final de los cuales Grecia obtuvo la victoria de un modo tan inteligente que fue totalmente desapercibido por los troyanos.

Las grandes y fuertes murallas de Troya impedían a los griegos atravesarlas, pero fue tal su audacia que varios guerreros griegos lograron ingresar por la puerta principal de la ciudad escondidos en el interior de un enorme caballo construido de madera para realizar una ofrenda a la diosa Atenea, enemiga de los troyanos.

Los ciudadanos de Troya acudieron al inmenso caballo debido a su fe en las deidades, y en medio de la realización de su ofrenda, fueron sorprendidos por la arremetida de los guerreros griegos, demasiado tarde como para tomar cualquier medida al respecto ya que las huestes griegas los vencieron.



(2ª Parte)

La semejanza de esta leyenda con la realidad que vive Bolivia y el mundo en general entorno a los biocombustibles es ilustrativa. Los agrocombustibles se convierten en el caballo de Troya del neo-neoliberalismo que pretende ingresar en los países denominados del Tercer Mundo como una estrategia implícita para derribar las murallas que la emergencia de movimientos soberanos, en distintos países, están construyendo. Las luchas en contra del ALCA, los tratados comerciales con la U.E., Japón y los TLCs, entre otras cosas, son la manifestación de estas murallas que se materializan en la dificultad de las transnacionales para abrir los mercados y políticas estatales de estos países para su conveniencia.

Los agrocombustibles se promocionan como una alternativa para el “desarrollo” y “diversificación económica” de los países denominados “inviables” por la comunidad internacional y se maquillan de un discurso medioambientalista que pretende hacer creer que va a arreglar, al mismo tiempo que la crisis económica, la crisis medioambiental que está sufriendo nuestro planeta. En este sentido, se asemejan al caballo de Troya de dos modos. En primer lugar, apelan a la fe de las personas al endiosado “desarrollo”, cuando en realidad ha sido un enemigo de los países en vías de desarrollo. Asimismo, Atenea (la Diosa a la cual se le ofrendaría el famoso caballo de Troya) es la Diosa de la razón, entre otras cosas, siendo la razón el eje central de la propuesta del “desarrollo”. Encontramos la primera semejanza entre la diosa Atenea y el desarrollo.

En segundo lugar, la lógica productiva que ingresa a través del desenvolvimiento de mercados y paradigmas de producción colonizadores que no pueden ser controlados por los países en vías de desarrollo, se constituye en “enemiga” de estos países, así como se constituyó el caballo de Troya para los troyanos, debido a que desvaloriza y desintegra las lógicas y filosofías propias que no se basan únicamente en la razón, con lo que imposibilitan procesos soberanos descolonizadores.

La entrada de los agrocombustibles en los países que buscan su soberanía y se oponen a la lógica de libre comercio, es el envoltorio que cobija el ingreso de los guerreros del capitalismo, las transnacionales, los que tienen estrategias renovadas, múltiples y diversas para lograr su cometido primordial que es apropiarse de tierras, territorios, recursos humanos y recursos naturales.

La estrategia de combinación de transnacionales de varios rubros o joint-venture es crucial y se expresa visiblemente en la lógica de los agrocombustibles, actividad en la cual intervienen transnacionales fitomejoradoras, agroindustriales, energéticas, y todas aquellas relacionadas con el circuito productivo-comercialización y flujos financieros de los “commodities”. Vale decir, los agrocombustibles permiten la entrada de un mecanismo importante, la diversificación de las actividades sobre las cuales las transnacionales pueden incidir, para que, a modo de un pulpo, puedan manipular distintos sectores económicos, sociales y políticos con el fin de paliar cualquier intento de soberanía sobre un sector específico. Por ejemplo, en Bolivia, la lucha por autodeterminación sin ingerencias impositivas se está desarrollando con más profundidad en el sector hidrocarburos, con grandes dificultades. Con la entrada de los agrocombustibles se posibilitaría la diversificación de las transnacionales petroleras, al convertirse en transnacionales de energía con lo que abarcan más rubros, así como la entrada de varias transnacionales, hecho que obligaría al gobierno a multiplicar sus esfuerzos para mantener y desenvolver sus prácticas soberanas en todos aquellos sectores en los que las transnacionales vayan afianzando sus tentáculos.

No olvidemos que la diversificación de grandes empresas globales en el interior del contexto nacional afianza la imposición de modelos jurídicos, políticos, sociales, económicos y culturales que permiten a las transnacionales dicotomizar la sociedad para resquebrajar la soberanía nacional. Esto se logra específicamente a partir del incentivo económico que estas empresas le dan a la oposición para fortalecerla técnica, económica, mediática y políticamente para responder a sus intereses y sobrepasar al presente gobierno de cambio. En caso que estos casos fallen, en sabido que las transnacionales auspician grupos mercenarios y medios de coerción violentos para defender sus intereses una vez instaladas. Asimismo, utilizan un discurso que viabilice sus prácticas impositivas y recolonialistas, basado en la defensa de las libertades de mercado y de expresión, y también sustentados en la lucha antiterrorista. La prédica de los beneficios del modelo económico transnacional está entrando en nuestro país desde el nivel local, desde los pequeños actores, al modo de los grupos evangelistas que quieren imponer valores religiosos y quebrantar la identidad local.

En este sentido, los agrocombustibles se convierten en parte de una estrategia de ingreso de un modelo económico, social y cultural, en estos países, que se amolda muy fácilmente a lo local, a lo pequeño, a lo poco perceptible. Son parte de un retrovirus que cambia de acuerdo al portador y su identidad, y que detona nuevas olas re-coloniales. Si bien no se muestran de cara al frente como un ALCA o un TLC, son mucho más que eso, son peor todavía, porque ingresan desde las células sociales para luego detonar en un cáncer; son así, ingresos más refinados del re-colonialismo: se disfrazan con un atuendo discursivo que apela a las demandas sociales pero que en realidad pretende imponer su propio querer.

La lucha a favor de acuerdos comerciales y bilaterales más justos que ocupa gran parte de la concentración de nuestro gobierno, debe contextualizarse según a lo antedicho, para no caer en lo inverosímil. Si bien la concentración en los marcos legales y comerciales más macro es indispensable, es de suma importancia saber que desde lo micro se está construyendo un caballo de Troya potente. Recordemos nada más el caso de la soya transgénica que entró al país como un experimento piloto y terminó invadiendo en un 70% aproximadamente toda la producción de esta oleaginosa.


(2ª Parte)

Estamos en una etapa re-colonizadora y re-evangelizadora más compleja, diversificada y eficaz que ha superado incluso al neo-liberalismo. Es una etapa que disfrazada de un humanismo antiterrorista justifica su identidad guerrera y que maquillada de humanismo, inclusión, respeto a la biodiversidad y al medio ambiente, garantiza su geopolítica de control de los recursos naturales, tierras, territorios y recursos humanos, aspectos con los cuales avala la continuidad del modelo de acumulación de capital a costa de la des-socialización del ser humano, así como su desbiologización, descosmologización y destotalización. Esta etapa ha sido denominada neo-neoliberalismo por algunos autores .

Es preciso asumir que el caballo de Troya no se expresa únicamente en los agrocombustibles, sino en varios proyectos que impulsan la lógica re-colonizadora y re-evangelizadora que pretende terminar de devastar las visiones originarias, indígenas, que apelan a la unidad del ser con la tierra, el cosmos y la realidad. Esta lógica impositiva se ampara en la propuesta del “desarrollo” y enérgicamente lo defiende a pesar de la inviabilidad del mismo. Es por este motivo que se pretende promocionar a los biocombustibles alegando que si Bolivia no sube al tren, entonces dejará pasar una gran oportunidad; evidentemente, se refieren a la oportunidad del “desarrollo”, es decir, “explotar más para tener más”.

Es urgente asumir que la política está muy desasociada de los últimos avances científicos que exigen urgentemente nuevos paradigmas de vida más equilibrados. La crítica al desarrollo es enérgica debido a la constatación de que no viabiliza el desenvolvimiento integral y pleno de la humanidad. La propuesta de desarrollo ha sido devastadora del medio ambiente y del ser humano desde hace ya muchísimo tiempo, hecho ante el cual se ha planteado el “desarrollo sostenible”. Dentro del concepto “sostenible” encontramos varios planteamientos medioambientales que no han logrado parar el ímpetu destructivo del modelo de desarrollo. Simplemente se han constituido en una fachada, un disfraz y un maquillaje para darle al “desarrollo” mejor apariencia, ya que los principales problemas de este sistema no se han resuelto: la pobreza ha aumentado, la sobreexplotación de los recursos naturales aumenta, la desigual distribución de la riqueza es cada vez más alarmante, el hambre aumenta y así sucesivamente.

En este contexto, los biocombustibles pretenden insertarse en una propuesta de “sostenibilidad” al disfrazarse con el logo de “combustibles obtenidos de recursos renovables” porque se obtienen de la biomasa vegetal, como si esta fuera eterna. La concepción de recursos renovables ya ha sido arduamente criticada debido a que los procesos de erosión y degradación de suelos son tan profundos que mata cualquier posibilidad de crecimiento de vegetales en distintas regiones del planeta. Lo de “renovable” es cosa del pasado y, una vez más, estamos ante la prueba de que los últimos descubrimientos de la ciencia y las últimas propuestas de la política son disparejas. De todos modos, la ciencia, así como la política, se rigen por relaciones de poder. En este sentido, se estructuran, desarrollan y socializan (mediante la educación) muchos conceptos científicos que le sirven a la política como caballos de Troya que pretenden camuflar las verdaderas intenciones colonizadoras.

La esencia filosófica del “desarrollo” se caracteriza por la escisión ser-realidad y su contigua, ser humano-naturaleza. Estas separaciones, entre otras, sustentan y justifican ontológicamente y epistemológicamente la falta de complementariedad, consenso y equilibrio entre la naturaleza y el ser humano. A tal punto ha llegado esta separación que cuando se habla de medio ambiente se olvida que el ser humano es “medio ambiente”. Es de este modo que las propuestas de conservación del medio ambiente están, en su generalidad, descomprometidas con el sentimiento de unidad del ser humano con la naturaleza, y se identifican, mas bien, con la lógica capitalista de mercado o de no unidad del ser humano con la naturaleza y la realidad.

Como parte del paquete de propuestas de desarrollo más recientes y acompañando a la lógica depredadora y no respetuosa de los biocombustibles, tenemos otros ejemplos desoladores como aquel que ve en el deshielo de los mares nórdicos una conveniencia económica y un nuevo plus para el mundo de los negocios del transporte naviero; asimismo, el proyecto de las hidroeléctricas sobre la cuenca del río Madera (Madeira en Brasil) que está siendo impulsado vehementemente por Brasil, representan un peligro para la biodiversidad, un peligro ecológico, medioambiental, de salud, etc. En esta línea de análisis, las campañas medioambientales “Light”, que son impulsoras del “desarrollo sostenible”, no atacan la esencia del asunto y, mas bien, utilizan la defensa del medioambiente como un medio para agilizar la lógica de no unidad del ser humano con la realidad. Es así que algunos potentados promotores de este tipo de medioambientalismo hasta ganan premios Nóbel, a partir de los cuales el sistema occidental capitalista y neo-neoliberal asegura fuerza para mantenerse vigente.

Los Biocombustibles son parte de este medioambientalismo “Light” y, más allá de eso, son parte del paradigma de no unidad del ser humano con la realidad, pilar que sostiene a todos los modelos de sociedad que embanderan el antropocentrismo, el etnocentrismo, el geocentrismo y todos los centrismos que hacen que la naturaleza, el cosmos y la realidad total se conciban como entes sin vida y dispuestos a expensas del ser humano. Como bien lo dijo el presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, la tierra es una madre que no puede ser comercializable; como lo dijeron y sintieron aquellos seres que sintieron y vivieron la unidad del ser humano con la realidad, y como lo dicen y sienten aquellos que todavía la sienten y la viven, el ser humano debe recuperar su identidad descolonizada, vale decir, su identidad de ser la tierra, de ser el cosmos y de ser la totalidad misma, sin ninguna separación.

Además, Bolivia, mediante su presidente, está proponiendo un nuevo paradigma de desarrollo a partir del “vivir bien” y no del vivir mejor, propuesta que requiere de una reconstrucción ontológica, gnoseológica y epistemológica que asuma la unidad del ser con la realidad con todas las concepciones unitarias que la caracterizan, como la unidad ser humano-naturaleza, para a partir de allí construir propuestas respetuosas de la tierra y de la totalidad y cambiar la práctica actual que es devastadora y destructora.

En conclusión, los biocombustibles son parte de un caballo de Troya que en su exterior está armado de un endiosado discurso de “desarrollo sostenible” adornado de una propuesta de preservación del medio ambiente, de reducción de dióxido de carbono, de oportunidades de trabajo y económicas, cuando en su esencia no esconde nada más que la depredadora y angurrienta lógica de las transnacionales y los múltiples imperios de acaparar mayores recursos para explotarlos y así “desarrollarse” cada vez más para tener más poder.

No podemos dejar de considerar que la re-colonización y re-evangelización son el caballo de Troya que esconde en su seno a la propuesta de los biocombustibles y muchísimas otras más. El caballo de Troya es la denotación y connotación del proceder mentiroso y camuflado de las transnacionales y el sistema occidental, así como de la tendencia del ser humano a endiosar todo aquello que lo aliena y lo destruye, estando conciente de esta destrucción.


Maya Rivera Mazorco y Sergio Arispe Barrientos trabajan en la Comisión de Agricultura, Campesinado, Comunidades Originarias y Etnias del Senado Nacional de Bolivia. Contáctelos en: thunhupha@yahoo.com.ar



Brasil: Desarrollan una mandioca para producir etanol

(Tomado de Argenpress)

La estatal Empresa Brasileña de Pesquisa Agropecuaria (Embrapa) anunció el desarrollo de una variedad de mandioca, que contiene azúcar en lugar de almidón, para producir etanol a nivel comercial.

La nueva variedad de mandioca, un tubérculo comestible, fue desarrollada por científicos de Embrapa, según se indicó en la página de Internet la Fundación para el Amparo a la Pesquisa en el estado de Sao Paulo (Fapesp).

La empresa indicó que la nueva variedad está lejos de competir con la caña de azúcar como fuente ideal para la producción del alcohol combustible, pero su potencial puede ser aprovechado en algunas regiones no aptas para cañaverales.

Embrapa es la empresa que más investiga en combustibles vegetales en Brasil, cuyo gobierno promueve mundialmente la producción y el consumo de biocombustibles.

En Brasil ya se cuenta con una importante flota de vehículos movida con etanol.

El investigador Luiz Castelho Carvalho, de la división de Embrapa para los Recursos Genéticos y la Biotecnología, dijo que el etanol producido a partir de mandioca puede funcionar como matriz complementaria al de caña de azúcar, especialmente en áreas como el Cerrado (el Chaco) brasileño.

El experto dijo que desde la década del 70 ya se producía etanol con las variedades comunes de mandioca, pero que hasta ahora era necesario hacer una hidrólisis del almidón del tubérculo para convertirlo en azúcar y después en alcohol.

La nueva variedad, en cambio, no necesita hidrólisis, que es un proceso complicado tanto en términos energéticos como financieros, afirmó Carvalho, citado por un comunicado de la Fapesp.

Explicó que por tal complicación y ante el éxito del etanol desarrollado con caña de azúcar, las investigaciones sobre el combustible de mandioca fueron abandonadas.

'En lugar de almidón, la nueva variedad ya tiene azúcar en su raíz. Y esa azúcar es la glucosa, que es el sustrato utilizado en el proceso de fermentación para la producción de alcohol', afirmó.

La nueva variedad de mandioca reduce el costo energético para la producción de etanol a partir de mandioca en un 25 por ciento.

'Ya tenemos tres plantas industriales experimentales para producir alcohol de mandioca', dijo Carvalho.

'No queremos competir con la caña de azúcar, que funciona muy bien, tiene buena tecnología y es muy eficiente en varios segmentos de la cadena productiva. Lo que queremos es atender nichos en donde la caña no es opción', añadió.

El investigador consideró que la caña de azúcar no podrá atender toda la creciente demanda por biocombustibles, especialmente si Brasil prosigue en sus esfuerzos por exportar grandes volúmenes del carburante.

'El etanol de mandioca puede ser una opción para la región centro- oeste de Brasil, en donde comienzan a surgir cañaverales para satisfacer la demanda mundial por el biocombustible', reiteró.

Castelho Carvalho aseguró que 'la caña de azúcar está pasando de Sao Paulo al centro-oeste, en donde tendrán que ser desarrolladas nuevas variedades y eso puede demorar al menos una década'.

'Mientras que el etanol de mandioca puede estar en el mercado en el 2010', consideró.

El investigador informó que una vez identificado el gen que sustituye almidón por azúcar, sólo falta transferir esa característica a la variedad de mandioca que ya es producida comercialmente en el Cerrado brasileño.


lunes, 22 de octubre de 2007

¿Existe democracia en Cuba?


Crónica electoral desde La Habana

Pascual Serrano
Rebelión

Hoy, domingo 21 de octubre, lo he dedicado a curiosear la jornada electoral en la provincia de La Habana donde se elegían a los representantes municipales. La primera complicación es comprender el sistema electoral para un extranjero, para ello el mejor modo es hacerse la siguiente pregunta: ¿Cuál es el procedimiento para que un ciudadano normal pueda ser representante municipal en Cuba?


Pero antes veamos cuál es ese mismo procedimiento en otro país. En España, por ejemplo, ese ciudadano debe pertenecer a un partido político, la dirección de ese partido político debe considerar adecuado que el ciudadano ocupe un puesto en la candidatura electoral –la mayoría de los partidos no establece mecanismos electorales internos para esa distribución-, el partido político debe recurrir a los métodos habituales de publicidad electoral como impresión de folletos que expliquen el programa y de carteles electorales, pegada y difusión de esa publicidad, etc… Todo ello requiere de un gasto económico que el ciudadano normal y la mayoría de partidos políticos no tienen, tan sólo los partidos ya consagrados que lograron gran representación en elecciones anteriores por las que consiguieron recursos públicos proporcionales a esa representación. Su propuesta también puede ser conocida mediante los medios de comunicación, pero éstos informan de los que quieren, entrevistas a los que ellos deciden y aceptan publicidad sólo de quienes les pagan. Por otro lado, nuestro ciudadano candidato deberá aceptar la disciplina, directrices y programa del partido político que le incorporó a una lista en la medida en que depende de él para ser candidato y a ellos les debe haberlo sido.

A la hora de las elecciones, el votante no puede elegir al ciudadano, debe seleccionar toda la lista de una candidatura con lo que puede estar dando su voto a alguien a quien no quiere al estar acompañando a la persona a quien desea elegir.

Si nuestro ciudadano que deseaba ser representante sale elegido puede que su cargo sea remunerado, en cuyo caso quizás lleguemos a la conclusión de que lo que pretendía era lograr un trabajo asalariado, lo que hace muy dudosa su vocación de servicio público. Si, por el contrario, no cobra nada por su dedicación deberá trabajar una jornada completa en otra profesión para sobrevivir mientras que otros representantes, que sí cobren por su cargo, pueden dedicarle a él muchas más horas de trabajo y, por tanto, presentar ante la población un balance de mayor dedicación.

Ahora veamos cómo es en Cuba. Allí la sociedad se organiza en asambleas o áreas, que son grupos vecinales de en torno a trescientas personas más o menos. Hasta ocho áreas pueden integrar una circunscripción electoral que deberá elegir un delegado o concejal. Los vecinos de las asambleas se reúnen para proponer candidatos electorales de su comunidad. Cualquier persona puede sugerir un nombre y la asamblea selecciona mediante votación al vecino que llevará como candidato para delegado de la circunscripción. Podrá haber, por tanto, hasta ocho candidatos para ser delegado de la circunscripción en caso de que sea un nombre diferente por cada asamblea. No suele ser así porque varias asambleas pueden coincidir en proponer a una misma persona.

El día de las elecciones, todos los votantes de la circunscripción deben elegir a uno de entre los diferentes candidatos, que serán entre dos y ocho. La difusión y conocimiento de la figura de cada candidato es mediante carteles en diferentes lugares concurridos de la comunidad que incluyen foto y breve currículo de todos ellos. En realidad, la mayoría de los votantes ya los conocen porque ya fueron preseleccionados por las asambleas y todos proceden de esa comunidad. No se hace más propaganda que el cartel con foto y currículo donde, como ya hemos dicho, están todos los candidatos.

La inclusión en el censo es automática, los listados se exponen con antelación para que cualquier elector compruebe su presencia, y el voto es voluntario y secreto. La jornada electoral transcurre desde las siete de la mañana a las seis de la tarde, las urnas se sellan al comienzo y son custodiadas por niños, existe un presidente de mesa y vocales pertenecientes al barrio. Los colegios disponen de cabinas o lugares donde se garantiza que el voto sea secreto. Se dispone también un urna portátil para desplazarla a los domicilios de los votantes que puedan estar impedidos físicamente, la lleva algún representante de la mesa acompañado de un niño en edad escolar. Al final de la votación se hace el recuento que es público.

Para ser elegido se deben sacar el cincuenta por cien de los votos más uno, si no fuera así habrá una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados. Finalmente se ha de saber que el representante elegido no cobrará sueldo alguno por su labor, seguirá desempeñando el trabajo que tenía y se dedicará a sus responsabilidades públicas en su tiempo libre.

Como de todos es conocido, al sistema cubano se le acusa de no celebrar elecciones o de que éstas no son transparentes ni democráticas. Pero un reportaje de la BBC de ese mismo día sobre las elecciones cubanas informa del caso de un opositor que “se presentó en su barrio como candidato” y afirma textualmente: "obtuve 5 votos en un centenar de personas, el 5% del total".

Ante ese desesperanzador panorama para la oposición, según afirma el reportaje de la BBC, “la mayor parte de los grupos opositores han optado por llamar a la población a anular su voto escribiendo un ‘no’ en la boleta, de tal forma que se pueda contabilizar el apoyo real que tiene la disidencia”. Parece razonable que el modo que podrían tener los ciudadanos para manifestar su rechazo al sistema podría ser no votando puesto que el voto es voluntario. O, en caso de no querer verse identificados como abstencionistas, hacerlo con un voto nulo, el solicitado NO desde Miami. Sin duda, el dato de la abstención o de los nulos nos podría servir bien para poder cuantificar la representación del colectivo crítico con el sistema socialista cubano.

Durante la jornada electoral visité colegios electorales en populares municipios de la provincia de La Habana como Marianao y La Lisa. En ambos los candidatos eran tres, sus nombres estaban incluidos en la papeleta y el votante debía marcar uno de ellos. El cartel con su foto y currículo figuraba en el colegio electoral, pude comprobar que se trataba en la mayoría de casos de trabajadores corrientes que vivían en el barrio, en el caso de Marianao, uno de ellos pertenecía al Partido Comunista de Cuba y los otros dos no.

Para el recuento visité y asistí como testigo en otro colegio electoral, en esta ocasión en el barrio de Vedado, perteneciente al municipio Plaza de la Revolución. Allí el censo era de 359 votantes, de los cuales ejercieron su derecho al voto 327, es decir no votaron por diferentes razones 32 personas.

Los votos se distribuyeron entre 138 para la candidata mujer más apoyada, 97 para el siguiente y 71 para el tercero. Hubo 21 votos anulados, la mayoría porque marcaron a más de un candidato o a ninguno, uno de los votos porque estaba todo tachado y otro más con las letras NO atravesando la papeleta. Pendiente de los datos definitivos de todo el país, mi experiencia es que la distribución de voto del colegio en el que estuve, en especial en lo referente a abstención y nulos, era similar a los de otras convocatorias electorales: más de un noventa por ciento de participación y menos de un tres por ciento de nulos. En cualquier caso, yo fui testigo de que el socialismo cubano tiene oposición dentro del país, lo vi con mis propios ojos, un voto que decía NO como pedían desde Miami, de entre 327.

Y en cuanto a la metodología electoral, me he limitado a explicarla, que cada uno valore. Y de paso que compare con la abstención en su país.

www.pascualserrano.net

sábado, 20 de octubre de 2007

Lucha mapuche y prisión política hoy

Lucía Sepúlveda Ruiz

Miércoles 10 de octubre de 2007, por Revista Pueblos

En el sur de Chile el llamado “conflicto indígena” atrae la atención internacional debido a la violación a los Derechos Humanos del pueblo mapuche, protagonista de un lento pero sostenido proceso de recuperación de tierras e identidad. El gobierno de la Concertación, junto a los poderosos empresarios forestales, aplica leyes pinochetistas para detener esas movilizaciones.



Para los mapuche, que constituyen alrededor del 10 por ciento de la población total del país, no ha habido un verdadero retorno de la democracia en Chile. Uno tras otro, desde 1989, los gobiernos de la Concertación han frustrado sus expectativas. El modelo neoliberal vigente en el país se basa en la exportación de riquezas naturales, pero las plantaciones de pinos y eucaliptos se encuentran en territorios de la zona Sur del país, donde ancestralmente habitó este pueblo originario. Allí, aún se esfuerzan por sobrevivir las comunidades indígenas, reducidas a un mínimo espacio que apenas permite cultivos de subsistencia. En este territorio se concentran las alrededor de 700.000 hectáreas que posee el pueblo mapuche, en enorme contraste con los 2,1 millones de hectáreas plantadas por las empresas forestales.

Cifras oficiales dan cuenta de que la pobreza entre los indígenas alcanza al 35,6 por ciento, en comparación con el 22,7 por ciento en las familias no indígenas. La escolarización entre ellos está 2,2 años por debajo del promedio de los no indígenas (9,5 años) y solamente el 3 por ciento de la población rural mapuche mayor de 15 años tiene alguna educación post-enseñanza media. Una investigación realizada sobre la base del Censo de Población de 2002 determina que de 90 comunas en las que se concentra la población mapuche, el 28 por ciento son comunas con población mapuche pobre, el 57 por ciento con población mapuche en extrema pobreza, y sólo el 13 por ciento con población mapuche no pobre (Sanderson, 2005, citado por el Observatorio de Conflictos Indígenas).

Los presos políticos mapuche

En ese contexto, la lucha de organizaciones y comunidades por la recuperación de su territorio, copado por Celulosa Arauco y Forestal Mininco, ha puesto del lado de los exportadores al gobierno de la presidenta Michele Bachelet y, antes, de Ricardo Lagos. Es así como en las cárceles de Angol, Victoria, Concepción, Temuco y Traiguén así como en la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago, hay más de 17 presos políticos mapuche juzgados bajo la legislación antiterrorista de tiempos de Pinochet, reclamada a dúo por gobierno y empresarios.


www.mapundial.org

La organización urbana Meli Wixan Mapu define como preso político a todo aquel mapuche “privado de libertad y/o en proceso, por su participación en acciones que apunten a la reconstrucción del pueblo-nación mapuche, entendiendo por tal los procesos de recuperación de tierras y/o ejerciendo control territorial sobre predios recuperados, así como las movilizaciones que apunten a la reivindicación de los derechos políticos del pueblo mapuche”. La judicialización de estas luchas y la vulneración de los Derechos Humanos del pueblo mapuche ha sido criticada en mayo por Amnistía Internacional en su informe de 2007, y anteriormente por Rodolfo Stavenhagen, relator internacional de Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas, así como por el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas en sus observaciones y recomendaciones al 5º informe sobre Derechos Humanos en Chile; por la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA; por la Comisión Contra la Tortura de las Naciones Unidas, el Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (IGWIA); el Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de la ONU y la Federación Internacional de Derechos Humanos en América Latina. Todos ellos llaman al gobierno chileno a rectificar.

No existe, por otra parte, una conducción que unifique las luchas del pueblo mapuche, ni tampoco una vinculación importante con los diversos partidos de izquierda chilena. Los dichos del gobierno anunciando el fin de las luchas a propósito de la detención de dirigentes de una de las organizaciones en lucha, la Coordinadora Arauco Malleco, no tienen consistencia, dada la multiplicidad de organizaciones y conflictos que dan continuidad al movimiento. La falta de unidad del movimiento mapuche puede verse como una fortaleza o una debilidad. Grados de coordinación práctica se dan, sin embargo, a nivel internacional. Por ejemplo, en mayo, durante la visita de la presidenta Bachelet a Finlandia, Noruega y Suiza, se conoció una declaración firmada entre otros por Jorge Calbucura y Carlos Contreras Painemal, de los influyentes Centros de Documentación Mapuche de Suecia y Alemania, respectivamente, y por Reynaldo Mariqueo, Secretario General de Enlace Mapuche Internacional. Ellos solicitan condicionar la inversión extranjera en territorio ancestral mapuche a la ratificación por Chile del Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas; al reconocimiento constitucional de los mismos por el Parlamento y a la participación de representantes indígenas en la aprobación de este tipo de proyectos.

Ruptura del diálogo

Pero a nivel político la presidenta Bachelet, en su mensaje anual al país realizado el 21 de mayo, ha anunciado medidas de política indígena que poco tienen que ver con esas demandas y que han sido calificadas por la Coordinación de Organizaciones Mapuche como “asistencialismo estatal”. Uno de los miembros de esta coordinación es el alcalde de la comuna de Tirúa, Adolfo Millabur, que representa a la identidad territorial lafquenche, es decir, a las comunidades de sectores costeros. Esta entidad declinó la invitación de la presidencia a participar en la Comisión de Seguimiento. Sus propuestas: la existencia de un interlocutor válido entre gobierno, Estado chileno y organizaciones mapuche; la constitución de una mesa que involucre a los tres poderes del Estado; el reconocimiento de una institucionalidad mapuche autónoma como contraparte del Estado; la implementación de medidas a corto plazo en torno a las leyes sectoriales, la libertad de los presos políticos mapuche y el reconocimiento formal de sus derechos colectivos, no fueron incorporadas a la política de gobierno.


Una comunidad en resistencia

A mediados de junio, en Temuco, Novena Región de la Araucanía, donde se concentra gran parte de la población rural de este pueblo originario, un tribunal enjuiciará a una familia mapuche “alzada” por un conflicto de tierras. No se les acusa de recuperar tierras de empresas forestales, ni de incendiar plantaciones de pino, como ha ocurrido en otros casos. Los hechos por los que están en prisión ocurrieron en el interior de su propia comunidad, denominada Juan Paillalef, y ubicada a la vera de varios resorts de la comuna de Cunco, a pocos kilómetros de Pucón, uno de los más importantes destinos internacionales del turismo de esa región.

La lonko Juana Calfunao, máxima autoridad política de su comunidad; su pareja, el werken o mensajero Antonio Cadín Huentelao y su hijo, Waikilaf Cadín Paillalef, enfrentan penas que en conjunto pueden llegar hasta los once años de prisión. A los tres se les acusa de infligir lesiones a los fiscales y/o gendarmes en la audiencia, en tanto la lonko alega que se defendió al ser objeto de una agresión que enardeció a la audiencia. Al joven Waikilaf (estudiante universitario de Derecho, 26 años) lo consideran además culpable del delito de secuestro de funcionarios de una empresa eléctrica. Comuneros y otros miembros de la familia fueron encarcelados por fuerzas especiales de la policía, en el momento en que realizaban un corte de camino para impedir la tala de árboles y el trabajo de postación que la empresa eléctrica Frontel (del grupo Saesa, de la transnacional norteamericana PSEG Global) intentaba desarrollar en sus tierras, sin contar con servidumbre de paso. Esta es una práctica habitual de Frontel, pero ellos iniciaron la resistencia ante lo que consideran un abuso cometido en sus tierras y al costado de un trazado por tierras comunitarias en conflicto con el Ministerio de Obras Públicas.

Cuando el juicio se realice, la lonko Juana Calfunao y el werken Cadin habrán pasado casi seis meses en prisión. Después de regresar de Europa, donde dio testimonio de la represión a su comunidad ante el Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indígenas de la ONU en Ginebra, la lonko fue encarcelada. Su hijo -que estuvo en dos cortes de camino- cumplirá once meses encarcelado, sumando a ello la discriminación en tribunales, malos tratos e incluso torturas, como se aduce en una querella presentada por Waikilaf Cadin con respecto a hechos ocurridos en la cárcel de Temuco. Rocío, Relmutray, Camilo y Cristóbal de quince, ocho, trece y tres años respectivamente, hijos de los comuneros presos, están dañados psicológicamente por estos hechos.

La resistencia de esta comunidad es el resultado de una larga historia de abusos y denegación de justicia, con hechos como un aborto provocado a Juana Calfunao en el año 2000 por maltrato policial en una detención en una terminal rural de buses, y tres incendios intencionados de su casa (en uno de los cuales un anciano mapuche, amigo de la familia, murió calcinado) que ellos denunciaron como parte de una campaña de amedrentamiento realizada por grupos paramilitares ligados a latifundistas de la zona. En una reflexión hecha llegar desde la cárcel, el werken Cadin se pregunta: “¿Por qué el gobierno regional no se hizo parte de nuestra querella por este incendio terrorista en contra de nuestra familia y en cambio se apresura a querellarse en los casos en que las forestales denuncian la ocurrencia de un incendio en plantaciones vecinas a comunidades mapuche?”

Asimismo, en una entrevista que realicé en Santiago a Waikilaf en la cárcel de alta seguridad, el joven me preguntaba: “¿Cómo se explica que en mi comunidad contra ocho mapuches, incluidos cinco mujeres y tres hombres, para despejar un corte de camino, se requiera que vayan 200 carabineros, helicópteros tanquetas, dos zorrillos, tres micros, dos carros de gases...? Yo creo que el Estado chileno no conoce bien al pueblo mapuche y está haciendo una política de oídos sordos y tarde o temprano el pueblo mapuche se va a levantar, el pueblo mapuche está más organizado de lo que ellos creen. Y está dispuesto a llegar muy lejos. Me llama la atención cómo el gobierno miente en los informes a la ONU. Nuestra lucha no sólo es por la tierra sino también por el respeto, por la humillación que se está pasando, por el sentimiento de estar en tu tierra y que te peguen ahí mismo en tu casa...”

Un caso inédito

También en la Novena Región, este mes, por primera vez una empresa forestal, Mininco S.A., deberá defenderse en un juicio oral de una acusación planteada por un comunero mapuche absuelto en una demanda por incendio terrorista interpuesta por esa empresa. El juicio tendrá lugar en Collipulli en el corazón del llamado “conflicto indígena”. Por los delitos de injurias y calumnias graves, José Cariqueo Saravia, de la comunidad Cacique José Guiñon, sector San Ramón, ubicada en la comuna de Ercilla, Novena Región, interpuso una querella criminal contra Hernán Rodríguez, Gerente General de Forestal Mininco (dependiente de CMPC, del poderoso Grupo Matte). Rodríguez integra además el directorio de la CORMA (Corporación de la Madera), que agrupa a los empresarios forestales.



José Cariqueo es ayudante de machi, o dungumachife, y en 2006 fue absuelto en la causa interpuesta en 2001 por esa empresa y secundada por el Estado chileno que lo juzgó por terrorismo. Lo acusaban de autor del incendio ocurrido en los predios Poluco-Pidenco, de esa empresa, cuyas plantaciones cubren 690.000 hectáreas en la zona. El comunero fue perseguido y encarcelado. Su esposa, la machi (sanadora) de la comunidad, no pudo seguir ejerciendo en los seis años que duró la causa, en que la comunidad fue acosada por la represión. El hostigamiento aún continúa y en defensa de su honorabilidad José Cariqueo ha demandado a la Forestal Mininco. La lucha está lejos de haber terminado y se da en distintos frentes.


Lucía Sepúlveda Ruiz es periodista chilena, redactora de la revista Punto Final. Este artículo ha sido publicado en el nº 28 de la edición impresa de Pueblos, septiembre de 2007.

jueves, 18 de octubre de 2007

¿Qué hace la ONU en Haití?



Haití: La MINUSTAH permanecerá un año más
Wooldy Edson Louidor
AlterPresse

El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) votó por unanimidad, el pasado 15 de octubre de 2007, la resolución 1780 que autoriza a la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH) a permanecer un año más en el país (hasta el 15 de octubre de 2008).

En dicha resolución, la máxima instancia de la ONU afirma que el clima de seguridad en Haití sigue siendo “precario”, a pesar de los progresos que el país ha logrado durante los últimos meses en la lucha contra la violencia.

El Consejo de Seguridad considera también que “la situación en Haití sigue amenazando la paz y la seguridad en la región” porque, entre otras razones, “el tráfico de estupefacientes y de armas continúa afectando la estabilidad del país”, señala el mismo documento.

Los quince países del Consejo de la ONU juzgan necesaria la permanencia de la MINUSTAH en el país para “continuar ayudando al Gobierno haitiano a instaurar un clima de seguridad”, principalmente en el trabajo de acompañamiento a la Policía Nacional de Haití (PNH) y para la reforma del sector de la seguridad.

El Consejo recomienda específicamente a la fuerza militar multinacional en Haití que ponga “patrullas a lo largo de las fronteras marítimas y terrestres del país” para “luchar contra los tráficos transfronterizos de estupefacientes y armas” junto con los Estados vecinos.

Además, se exhorta a “los organismos de las Naciones Unidas y a la comunidad internacional a coordinar mejor, junto con las autoridades haitianas, la ayuda para la atención a las urgencias y para labores de reconstrucción a largo plazo”.

Recordando que la estabilización de Haití es primeramente “tarea del gobierno y del pueblo haitianos”, el Consejo de seguridad invita a “la comunidad internacional a seguir apoyando este proceso”.

Por lo tanto, el Consejo de Seguridad “decide prorrogar hasta el 15 de octubre de 2008 el mandato de la MINUSTAH establecido en sus resoluciones 1542 (2004), 1608 (2005), 1702 (2006) y 1743 (2007)”, reafirmando al mismo tiempo “su apego a la soberanía, la independencia, la integridad territorial y la unidad de Haití”.

Esta decisión del Consejo de renovar el mandato de la MINUSTAH fue ampliamente recomendada por el Secretario General de la ONU, el coreano Ban Ki Moon, principalmente a través de un informe redactado luego de su visita de dos días a Haití realizada los pasados primero y dos de agosto.

En dicho informe, el máximo representante de la ONU hizo notar que “la atmósfera de esperanza que anima Haití hoy no tiene nada que ver con las percepciones que prevalecieron en el país desde hace varios decenios”, pero subrayó que “los progresos logrados por Haití son frágiles”.

En base a dichas observaciones, pidió al Consejo de seguridad prorrogar por 12 meses suplementarios el mandato de la MINUSTAH sin modificar dicho mandato, pero “reenfocando progresivamente su acción para responder a la evolución de la situación en el terreno”.

Por su parte, el presidente haitiano René Préval se había manifestado también a favor de la renovación del mandato de la MINUSTAH por un año, en su intervención ante la sexagésima segunda Asamblea de la ONU, el pasado 28 de septiembre.

La MINUSTAH fue desplegada en Haití desde junio 2004, en virtud de la Resolución 1542 adoptada por el Consejo de seguridad de la ONU, para establecer el orden en el país luego de un periodo de violencia e inestabilidad que sucedió a la destitución de Jean-Bertrand Aristide el 29 de febrero de 2004.

Dicha Misión cuenta actualmente con 9.151 cascos azules (7.200 militares provenientes de 15 países y 1.951 policías internacionales originarios de 36 naciones) dirigidos por el Ejército de Brasil.

Sin embargo, la nueva resolución del Consejo de seguridad advierte que durante los próximos meses su componente militar podrá llegar a 7.060 soldados y su componente policial a 2.091 miembros.

Más sobre Haití:

ONU acusada de una segunda masacre en Cité Soleil
Aristide denuncia intervención de EE.UU. en su derrocamiento
Estados Unidos y Francia derrocan Aristide: Golpe de Estado en Haití

martes, 16 de octubre de 2007

FALSIMEDIA contraataca (poned los cerebros a buen resguardo)


¡Falsimedia contraataca!
Intentará transformar la imagen del
presidente de Ecuador, Rafael Correa
(arriba), en la del monstruo de la ciénaga
(abajo) ¡aahhgg!


"Si una mentira se repite cien veces, acaba convirtiéndose en verdad"

"Mientras más grande es la mentira, más fáciles que la gente se la crea”
"La inteligencia de la gente es pequeña, y su capacidad de olvido es grande; por eso hay que repetir las cosas cien veces"

Director de Propaganda del Tercer Reich…Joseph Goebbels

En poco tiempo lo verás tan satanizado como Fidel Castro, Hugo Chávez y Evo Morales

La demonización de Correa

Manuel E. Yepe (Cubadebate)
"Ahora vamos a presenciar la demonización del presidente Rafael Correa; en poco tiempo lo verás tan satanizado como Fidel, Chávez y Evo". Así me lo pronosticó un amigo europeo, al conocer del triunfo en Ecuador de la formación Acuerdo País en los recientes comicios para constituir la Asamblea Constituyente llamada a dotar al país suramericano de una nueva Constitución.

La demonización o satanización se define como una técnica retórica e ideológica que consiste en presentar a entidades políticas, étnicas, culturales o religiosas como radicalmente malas y nocivas, para justificar un trato político, militar o social diferenciado. No es algo nuevo en la historia aunque Washington parece haberla incorporado a sus métodos de propaganda bélica cual formula novedosa.

Ministro de propaganda de la Alemania Nazi, J. Goebbels, unos de los grandes profetas de la CNN, Grupo Prisa y FOX news

En Europa se aplicó con mucha crueldad en la inquisición y contra los judíos y los gitanos en la Alemania nazi. En la actualidad persiste contra los inmigrantes norafricanos en los países de la cuenca mediterránea.
Como recurso interno de las fuerzas más retrógradas de los Estados Unidos, la han sufrido los aborígenes americanos durante las guerras contra el indio por la conquista del Oeste, los comunistas durante el llamado Macartismo de los años 50 y 60, y hoy lo sufren los nativos del Medio Oriente en los Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. También ha estado presente en muchos momentos de histeria segregacionista contra la población negra y los inmigrantes hispanos.

En cada una de las guerras mundiales en que ha intervenido Estados Unidos, la demonización del enemigo ha desempeñado un papel importante en la modelación de la opinión publica –básicamente la estadounidense, pero también la internacional al alcance de sus medios- en función del conflicto.

Los alemanes, los japoneses, los rusos y en la actualidad los árabes y los chinos han sido asimilados sucesivamente a la categoría de demonios.

En Latinoamérica, la política exterior de los Estados Unidos ha utilizado esta técnica prolíficamente como parte del proceso de maduración de los escenarios para sus intervenciones militares y sus ocupaciones de los países de la región que de alguna manera han perturbado sus intereses hegemónicos y de dominación.

Generalmente las campañas demonizadoras son breves, desde el momento de los desencuentros con la superpotencia hasta que se produce la agresión.

Pero las ha habido muy extensas, como la que se ha mantenido contra Cuba y Fidel Castro que ya sobrepasa la suma de los períodos de gobierno de diez presidentes de los Estados Unidos y pronto llegará al medio siglo.

Desde que en Venezuela se desencadenó la revolución bolivariana con Hugo Chávez al frente, en un contexto de lucha por el poder político diferente al cubano pero con una agenda de igual intransigencia respecto a la defensa de la soberanía del país y los intereses populares, se desató también la campaña demonizadora.

El presidente Hugo Chávez junto al astro mundial Diego Maradona, quien se confesó públicamente como admirador de Chávez

Cada vez que ha alcanzado el poder o ha estado próximo a llegar a la dirección política de un país de la región un líder o un grupo político con un plataforma programática diferente –no importa que sea o haya sido por los cauces reglamentados por el orden institucional vigente, orientado siempre a garantizar el ejercicio de las funciones de gobierno por elementos fieles a los intereses de las burguesías, las oligarquías y las relaciones de subordinación al imperio estadounidense-, se ha alzado en su contra una campaña de satanización promovida desde Washington.

El holgado triunfo que le dio la mayoría de los 130 asientos de la nueva Asamblea Constituyente a la candidatura Acuerdo País promovida por el Presidente Rafael Correa en las elecciones del 30 de septiembre en Ecuador, de hecho, lo capacita para llevar adelante sus propósitos revolucionarios en los marcos de una nueva Constitución expresiva de los intereses populares en el país suramericano.
Este éxito popular tiene la particular significación de que valida la estrategia trazada por el mandatario recién electo para burlar el bloqueo estructural de la "partidocracia" que es como se conoce al sistema de los partidos políticos tradicionales.

Fue esta la cuarta vez en un año que los ecuatorianos acudían a las urnas, luego de dos rondas presidenciales y de un referendo que abrió el camino para la creación de la Asamblea Constituyente.

La nueva institución comenzará a sesionar el 31 de octubre y tendrá 180 días -más una extensión de hasta 60 días- para redactar el borrador de la Constitución que será sometido a plebiscito en 2008.

Los partidos tradicionales derrotados en las urnas por el pueblo ecuatoriano, coaligados ahora en la oposición, habían garantizado el ejercicio del gobierno en los últimos veintiocho años por una oligarquía que parecía inconmovible. Les queda aun el Parlamento como último bastión institucional pero están llamados a perderlo tras la integración de la Asamblea Constituyente o la formulación de la nueva Constitución, si no es que termina anticipadamente su actividad.
-Sentimos en el ambiente la espada del libertador Simón Bolívar marchando por toda América Latina y avanzaremos hacia una patria de todos y todas, libre y soberana, tierra sagrada de justicia y democracia, hasta la victoria siempre-, había anunciado Rafael Correa cuando asumió la presidencia en enero.

La victoria de la Constituyente permitirá a quien se perfila como un dirigente revolucionario que trasciende las fronteras de la nación ecuatoriana para alzarse como paladín de la lucha de los pueblos latinoamericanos por su emancipación efectiva, poner en marcha gradualmente las profundas transformaciones que requiere la construcción en su país del "socialismo del siglo XXI", propósito que él ha identificado como inspiración y objetivo de sus políticas.

Y esa será, en primera instancia y frente a todas las campañas del imperio, la verdadera lucha del pueblo ecuatoriano contra los demonios de la larga noche del neoliberalismo y la inestabilidad política.


*Manuel E. Yepe Menéndez es periodista y se desempeña como Profesor adjunto en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales de La Habana.
11/10/07


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